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El cardenal Rubén Salazar presidió la celebración eucarística.

Por: Conferencia Episcopal de Colombia

Así lo expresó el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, durante la eucaristía celebrada el pasado domingo en memoria de los uniformados que perdieron la vida en el atentado de la Escuela General Santander.

“El estallido feroz del carro-bomba que sembró muerte y desolación nos ha hecho traer a la memoria todas las situaciones de violencia que vivimos en nuestro país (…) Violencia cuyo horror miramos hoy de frente al encogerse nuestro corazón con la muerte trágica de nuestros cadetes y el caos sembrado en una de nuestras instituciones más queridas”. 

“El Señor nos pide que nos unamos profundamente como país, como nación, como Estado, para derrotar a la violencia con las armas de la justicia, de la igualdad, de la equidad, de la fraternidad, de la solidaridad” expresó el cardenal.

Durante su homilía el prelado pidió hacer a un lado todo lo que “nos separa, nos enfrenta, nos divide, todos nuestros egoísmos, nuestras polarizaciones ideológicas y personalistas,  que busquemos el interés de la Patria y el bien común de todos, sin distinciones de credo, raza, cultura, condición”.

Además, hizo un llamado a todos los violentos para que tengan un gesto de arrepentimiento sincero que “les permita cejar en su accionar destructor, aceptar el castigo merecido y reparar el daño causado”. 

Finalmente, a las familias de los 21 cadetes que murieron en este hecho les dejó un mensaje de fortaleza y esperanza para seguir luchando por la paz en Colombia.