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La familia diocesana de Sincelejo expresa su alegría por la elección de la hermana Gladis Estella Llano Uribe, de la Congregación de Hermanas Misioneras Franciscanas de María Auxiliadora, como mujer Cafam Sucre 2018.

La religiosa fue postulada por una laica comprometida, quien consideró que su servicio de prevención y atención a 80 pacientes de lepra o enfermedad de Hansen merecía ser reconocido en beneficio de quienes padecen esta patología.

La Caja de Compensación Familiar de Sucre-Comfasucre oficializó este jueves 22 de febrero su elección con la colaboración del Club de Leones Sincelejo Sabanas.

Ambas entidades destacaron el alto sentido social de la hermana y consideraron que es una digna embajadora de la mujer sucreña en el Premio Cafam a la Mujer 2018.

El servicio de la hermana consiste en la implementación del programa de Rehabilitación Basada en Comunidades (RBC), a través del cual visita en unas 20 brigadas anuales a los pacientes, sus familiares y vecinos para evitar la aparición de nuevos casos y tratar los ya existentes.

Su trabajo de búsqueda activa le ha permitido detectar nuevos casos de lepra y gestionar apoyo del Gobierno, de la comunidad internacional, de particulares y de la caridad de la Iglesia universal para que los pacientes reciban la atención médica necesaria y vivan en condiciones dignas.

La hermana Gladis se desempeña como ecónoma de la Fundación Socio Cultural Villa Bernarda o Casa de la Juventud de la Diócesis de Sincelejo. Tiene 51 años, es natural de Guarne (Antioquia), administradora de empresas con énfasis en economía solidaria, especialista en docencia universitaria y diplomada en normas de calidad, liderazgo social y familia.

Su servicio con quienes padecen la enfermedad de Hansen la impulsó a visibilizarlos y empoderarlos mediante la creación de Asopal-Sucre y a gestionar para ellos proyectos productivos.

Uno de sus mayores propósitos es eliminar el estigma y el rechazo que sufren los pacientes de la enfermedad de Hansen.

Gracias a quienes la eligieron

“Es un reconocimiento a la mujer. Las monjas son mujeres, antes que monjas. Y mujeres que dedican su vida inspiradas en el Evangelio a hacer lo que Jesús nos enseñó a hacer: a hacer el bien y a hacerlo bien. De modo que no es extraño que elijan una religiosa, entre muchas, seguramente muy buenas obras que entraron en competencia, para este título”, señaló monseñor José Clavijo Méndez, obispo de Sincelejo, al conocer la noticia.

El prelado añadió que este reconocimiento es un halago para la Iglesia “porque es una de las nuestras, de las que por muchos años han estado en Villa Bernarda orientando la juventud y, sobre todo, muy comprometida en este trabajo con los enfermos del bacilo de Hansen”.

“Hay mucha ignorancia sobre esto. Se piensa que es una enfermedad que no tiene cura. Sí es de transmisión, pero con los debidos cuidados, no es fácil contagiarse. Lo que se está promoviendo es que este tipo de enfermos, que no son muchos, pero sí un número significativo, puedan hacer su vida normal”, explicó monseñor.

La elección de la hermana como Mujer Cafam Sucre 2018 la postula de manera automática al Premio Cafam a la Mujer Colombia, donde representará al departamento.