Audio de la homilía:
Monseñor José Clavijo Méndez, obispo de nuestra Diócesis, llamó este Domingo de Ramos en la pasión del Señor, a la concordia, la fraternidad, el amor por la naturaleza y el amor propio.
Monseñor clamó en su homilía por el cese de la violencia, empezando y a aceptar los sufrimientos que nos causan los enemigos como una forma de hacerles ver que pagar de la misma forma no es el camino.
“Tenemos que ver en ese enemigo, si algún día nos ocurre tener un enemigo así, a Pilato, a Judas, a Pedro, al que salió corriendo y dejó solo al Señor; a todos los que de alguna manera gritaron, vociferaron, se rieron y ridiculizaron”, sugirió el prelado.
El obispo, quien presidió la procesión de ramos con la comunidad de la Catedral San Francisco de Asís, recordó que estos días llenos de Evangelio, reflexión y contemplación son una invitación a imitar a Jesucristo, “que prefirió dar su vida en la cruz, antes que devolver mal por mal”.
“El día que yo no devuelva mal por el mal que me hacen, el mundo mejoró. Y si eso lo logramos toda una comunidad, toda una parroquia, pues, imagínense ustedes el bien tan grande que le hacemos al mundo. Se acabará la violencia y no tendremos que tener tanta Policía que nos vigile, porque todo mundo se portará maravillosamente”, sostuvo nuestro pastor.
Monseñor concluyó con una invitación a cambiar a cambiar el mundo desde las buenas actitudes diarias, pues “vivimos un ambiente muy caldeado, muy violento, todo mundo a la defensiva del otro, todo mundo mirando con sospecha”.
“Nos hemos acostumbrado a vivir así, todo mundo para nosotros se vuelve un enemigo potencial. Y si alguien nos dice una cosita mínima, nos vamos poniendo a la defensiva y respondemos con dos piedras, porque el pecado se manifiesta así”, remató monseñor, quien recordó que Jesús no había devuelto insulto por insulto ni amenaza por amenaza.?