PRIMERA LECTURA
Su nombre sobrevive a través de las generaciones.
Lectura del libro del Eclesiástico 44, 1. 9-15
Elogiemos a los hombres ilustres, a los antepasados de nuestra raza. Porque hay otros que cayeron en el olvido y desaparecieron como si no hubieran existido; pasaron como si no hubieran nacido, igual que sus hijos después de ellos. No sucede así con aquéllos, los hombres de bien, cuyas obras de justicia no han sido olvidadas. Con su descendencia se perpetúa la rica herencia que procede de ellos. Su descendencia fue fiel a las alianzas y también sus nietos, gracias a ellos. Su descendencia permanecerá para siempre, y su gloria no se extinguirá. Sus cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre sobrevive a través de las generaciones. Los pueblos proclaman su sabiduría, y la asamblea anuncia su alabanza.
SALMO RESPONSORIAL 131, 11. 13-14. 17-18
R/. El Señor le dará el trono de David, su padre.
El Señor hizo un juramento a David, una firme promesa, de la que no se retractará: “Yo pondré sobre tu trono a uno de tus descendientes”.
Porque el Señor eligió a Sión, y la deseó para que fuera su Morada. “Éste es mi Reposo para siempre; aquí habitaré, porque lo he deseado”.
“Allí haré germinar el poder de David: Yo preparé una lámpara para mi Ungido. Cubriré de vergüenza a sus enemigos, y su insignia real florecerá sobre él”.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Cf. Lc 2, 25c
Aleluya. Esperaban el consuelo de Israel, y el Espíritu Santo estaba en ellos. Aleluya.
EVANGELIO
Muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 16-17
Jesús dijo a sus discípulos:
Felices los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.
La reflexión del padre Adalberto Sierra