Cargando Eventos

ORACIÓN POR EL SÍNODO DE LA SINODALIDAD

Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre.
Tú que eres nuestro verdadero consejero: ven a nosotros, apóyanos, entra en nuestros corazones. Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar la meta. Impide que perdamos el rumbo como personas débiles y pecadoras.
No permitas que la ignorancia nos lleve por falsos caminos.
Concédenos el don del discernimiento, para que no dejemos que nuestras acciones se guíen por perjuicios y falsas consideraciones.
Condúcenos a la unidad en ti, para que no nos desviemos del camino de la verdad y la justicia, sino que en nuestro peregrinaje terrenal nos esforcemos por alcanzar la vida eterna. Esto te lo pedimos a ti, que obras en todo tiempo y lugar, en comunión con el Padre y el Hijo por los siglos de los siglos. Amén.

 

Exhortación Apostólica Laudate Deum | Síntesis y reflexión del Cardenal Luis José Rueda Aparicio

 

San José Patrono de la Iglesia universal

 
 
  • Este evento ha pasado.

Miércoles de la decimosexta semana del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA

Te había constituido profeta para las naciones.

Lectura del libro de Jeremías     1, 1. 4-10

Palabras de Jeremías, hijo de Jilquías, uno de los sacerdotes de Anatot, en territorio de Benjamín.

La palabra del Señor llegó a mí en estos términos: “Antes de formarte en el vientre materno, Yo te conocía; antes de que salieras del seno, Yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones”.

Yo respondí: “¡Ah, Señor! Mira que no sé hablar, porque soy demasiado joven”. El Señor me dijo: “No digas: ‘Soy demasiado joven’, porque tú irás adonde Yo te envíe y dirás todo lo que Yo te ordene. No temas delante de ellos, porque Yo estoy contigo para librarte -oráculo del Señor-”.

El Señor extendió su mano, tocó mi boca y me dijo: “Yo pongo mis palabras en tu boca. Yo te establezco en este día sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y derribar, para perder y demoler, para edificar y plantar”.

SALMO RESPONSORIAL    70, 1-4a. 5-6b. 15ab. 17

R/. ¡Mi boca anunciará tu salvación, Señor!

Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca tenga que avergonzarme! Por tu justicia, líbrame y rescátame, inclina tu oído hacia mí, y sálvame.

Sé para mí una roca protectora, Tú que decidiste venir siempre en mi ayuda, porque Tú eres mi Roca y mi fortaleza. ¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío!

Porque Tú, Señor, eres mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud. En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre; desde el seno materno fuiste mi protector.

Mi boca anunciará incesantemente tus actos de justicia y salvación. Dios mío, Tú me enseñaste desde mi juventud, y hasta hoy he narrado tus maravillas.

EVANGELIO

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya.

La semilla es la palabra de Dios, el sembrador es Cristo; el que lo encuentra permanece para siempre. Aleluya.

EVANGELIO

Dieron fruto centuplicado.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    13, 1-9

Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a Él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces Él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: “El sembrador salió a sembrar. Al esparcir semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y éstas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta.

¡El que tenga oídos, que oiga!”

La reflexión del padre Adalberto Sierra

 

Detalles

Fecha:
20 julio, 2022
Categoría del Evento: