El Papa Francisco invitó a los fieles a rezarle al Sagrado Corazón de Jesús durante todo el mes de junio.
Al término de la Audiencia General este miércoles 6 y en su saludo a los fieles de lengua italiana, el Santo Padre recordó que “el viernes (8 de junio) celebramos la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús”.
“Los invito a rezar al Corazón de Jesús durante todo el mes de junio y a sostener con la cercanía y el afecto a vuestros sacerdotes, para que sean imagen de ese Corazón lleno de amor misericordioso”, alentó el Pontífice.
En más de una ocasión el Papa Francisco ha expresado su especial afecto y devoción al Sagrado Corazón de Jesús. En junio de 2016, en la Misa que presidió por el Jubileo de los Sacerdotes, explicó que “el corazón del sacerdote es un corazón traspasado por el amor del Señor; por eso no se mira a sí mismo, sino que está dirigido a Dios y a los hermanos”.
Un año antes, en 2015, Francisco resaltó que el Sagrado Corazón de Jesús invita a aprender “del Señor que se ha hecho alimento, para que cada uno pueda estar todavía más disponible para con los otros, sirviendo a todos los necesitados, especialmente a las familias más pobres”.
En el año 2013, el primero de su pontificado, el Papa destacó que “la piedad popular valoriza mucho los símbolos, y el Corazón de Jesús es el símbolo por excelencia de la misericordia de Dios; pero no es un símbolo imaginario, es un símbolo real, que representa el centro, la fuente de la que ha brotado la salvación para la entera humanidad”.
La devoción al corazón herido de Jesús tiene sus orígenes en el siglo XI, cuando los cristianos piadosos meditaban sobre las cinco llagas de Cristo, pero no fue sino hasta 1670 que San Juan Eudes celebró la primera fiesta del Sagrado Corazón de Jesús en la capilla del seminario de Rennes en Francia.
En 1673 Santa Margarita María Alacoque tuvo algunas visiones del Sagrado Corazón de Jesús y en 1674 la vidente informó que el Señor quería ser honrado bajo la figura de su corazón de carne.
En 1675 la santa tuvo una visión que se conoce como la “gran aparición”. En esta Jesús pidió que la fiesta de su Sagrado Corazón se celebre cada año el viernes siguiente a Corpus Christi, en reparación por la ingratitud de los hombres ante su sacrificio redentor en la cruz.