La Escuela Parroquial de Catequistas (Espac) se reunió este sábado de la octava en su encuentro de Pascua.
El lugar elegido: la Parroquia San Isidro Labrador, del corregimiento de Chochó en Sincelejo.
El templo parroquial acogió a catequistas graduados, estudiantes y ministros extraordinarios para la comunión a los enfermos.
Después de recibir una catequesis del padre Róberson Acosta Álvarez sobre la Pascua, los catequistas celebraron la Eucaristía.
El padre Róberson, director de la Espac en nuestra Diócesis, reflexionó en la homilía sobre la importancia y el valor de las pequeñas comunidades.
Recordó cómo después de la Pascua, la alegría por el Señor resucitado movió a los apóstoles a celebrar el santo sacrificio como lo propuso Jesús.
El presbítero sostuvo que pese a las persecuciones a los cristianos, era el regocijo por la resurrección el motivo para que los seguidores de Jesús se reunieran a hablar de él y compartir el pan y el vino.
Por eso destacó el valor de la pequeña comunidad, que los apóstoles formaban donde quiera que iban.
Aunque es la parroquia la comunidad de hoy día, el padre señaló que si no hay primero pequeña comunidad la parroquia será solo un lugar donde alguien asegura un puesto en la banca con el único objetivo de asistir.
Pero cuando hay una experiencia previa con Dios, la parroquia será el lugar de encuentro entre hermanos.