Una Navidad y Año Nuevo con la satisfacción de sentirse apoyados e incluidos en la sociedad vivirán hermanos del departamento de Sucre que recibieron ayudas técnicas y otras para proyectos productivos.
Las ayudas fueron canalizadas por la Iglesia a través de la Fundación Socio-Cultural Villa Bernarda, que dirigen las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora en Morroa (Sucre).
La Fundación es uno de los socios en América del Sur de la Asociación Alemana de Asistencia al Enfermo con Lepra y Tuberculosis (DAHW).
La entrega de ayudas se cumplió en el auditorio de la empresa Juriscoop en Sincelejo, que prestó generosamente sus instalaciones para acoger a los beneficiados.
La hermana Gladys Llano Uribe, franciscana misionera de María Auxiliadora, responsable del programa de Rehabilitación Basada en Comunidades en Sucre y Córdoba, especificó que las receptores de las ayudas residen en Sincelejo.
“Son sillas neurológicas para personas con parálisis cerebral, muletas, bastones, lentes para niños con problemas visuales y un bastón para una niña invidente. Las hemos conseguido con la DAHW, con la que podemos dar la oportunidad a muchas personas de vincularse a este proceso de desarrollo social, incluyente, que permite que las personas se sientan estimuladas y salgan adelante a través del apoyo y la ayuda de entidades no gubernamentales del extranjero y también nacionales”, sostuvo.
La Asociación de Laicos Madres Bernarda (Almaber) apoya de manera permanente las jornadas de intervención en favor de las personas con discapacidad y también la entrega de ayudas.
“Hemos recibido ayudas del depósito Los Duques, de Elkin Ramírez y de otras personas de buen corazón que se han querido vincular. Desarrollamos la RBC a nivel nacional con los pacientes de lepra con 17 asociaciones y con nuestra federación que es Felehansen. Y el programa de inclusión social para personas con discapacidad lo estamos desarrollando a través de la asociación alemana en Neiva, Valledupar y Sincelejo”, añadió la religiosa.
¿Cómo ayudar?
Llano explicó que la idea de visibilizar estas ayudas es despertar la generosidad de la ciudadanía para personas con discapacidad. Solo en Sincelejo hay 10 mil, por lo que la hermana pidió a las empresas públicas y privadas abrir las puertas a ellos, que en las universidades haya cupos especiales para esta población, así como en el Sena, en institutos técnicos, y oportunidades laborales en general.
“Aunque tengan una discapacidad, ellos, laboralmente, pueden hacerlo. Muchos pueden desarrollar una labor normal, como cualquier persona, a pesar de su discapacidad”, fue su invitación.
Para canalizar ayudas mediante la Iglesia, usted puede comunicarse con la Fundación Socio-Cultural Villa Bernarda, al teléfono 3183118220, donde contesta la hermana Gladis.
Compañía espiritual
Las Franciscanas Misioneras también ofrecen acompañamiento espiritual a las personas con discapacidad y sus familias, respetando siempre la libertad religiosa, y a quienes profesan son católicas, ayudándolas a crecer en la fe.
El padre Ismael Acosta Pineda, párroco de la catedral y director de Pastoral Social/Diakonía de la Paz de la Diócesis de Sincelejo, bendijo a los beneficiarios y también los artículos que recibieron.
El presbítero enfatizó en que se es feliz en la medida en que mitigamos el sufrimiento de los demás, como lo hacía Jesús, que sanaba y curaba.