Por: Departamento de Comunicación Social de la Conferencia.
Reconciliación, justicia transicional, panorama electoral, plan de desarrollo, seguridad, defensa de la vida, familia, educación, ecología y libertad religiosa, temas con los que se abrió la agenda de reflexión y trabajo en la 108 Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano.
Durante la primera sesión de trabajo, los obispos reunidos en Bogotá, analizaron estos aspectos con miras a fortalecer la mirada regional que oriente la definición de líneas de acción pastoral para la promoción del desarrollo integral y solidario.
La pobreza, el asesinato de líderes sociales, los cultivos ilícitos, la migración venezolana, la trata de personas, el acompañamiento a las víctimas, la dificultad en la implementación de los acuerdos con las FARC, entre otras problemáticas, fueron evidenciadas como aspectos que requieren urgente respuesta a nivel gubernamental y se constituyen en grandes retos para la acción pastoral y evangelizadora de la Iglesia.
“El año pasado el DANE reportó un incremento que muestra una nueva tendencia en cuanto al tema de pobreza multidimensional (…) Frente a este hecho requiere mantener políticas sociales a largo plazo (…) El tema de la pobreza es una situación de región, pero Colombia precisa redistribución de la riqueza”, explicó monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, durante su intervención.
Sobre el tema del asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos, el sacerdote aseguró que “es una de las preocupaciones grandes que hay en el país, porque vulnera de una manera muy fuerte el ejercicio de la democracia local y de la participación ciudadana”.
Ante este panorama, precisó, se requiere una mirada muy clara de protección de estos líderes, de reconocimiento y legitimación de su actividad, “para que sean las comunidades mismas las que garanticen su permanencia y la sociedad colombiana sienta que es su deber el salir en defensa de la vida humana, particularmente en este caso, de la vida de todos los colombianos y colombianas que están comprometidos con la superación de temas sociales, de necesidades urgentes de las poblaciones”.
Frente al tema migratorio, monseñor Henao ratificó el compromiso de la Iglesia Católica con las poblaciones migrantes y advirtió que “se tiene la necesidad de recuperar todos los esfuerzos para ser mucho más claro el enfoque hacía una solución de las necesidades de educación, salud, vivienda y trabajo de estas poblaciones”.
Finalmente, llamó la atención sobre la urgencia del cuidado de la ‘Casa Común’: “El año pasado hubo una deforestación de 260 mil hectáreas”, afectando gravemente los departamentos de Meta, Guaviare y Caquetá; además del desequilibrio que esto produce a nivel general en el medio ambiente.
A su turno, el padre Darío Echeverri González, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional, al referirse al acuerdo de paz con las FARC, precisó que los desafíos de la Iglesia son múltiples,entre ellos está la implementación de los acuerdos, la tarea de animar y estimular escenarios de diálogo, “donde la gente misma pueda participar, ayudar y ambientar una negociación con el ELN que es necesaria”.
Al concluir afirmó que “la Iglesia tiene que asumir el tema de la reconciliación como algo que surge del Evangelio mismo, de la misión de la Iglesia y de todos los bautizados. Los que nos sintamos miembros de la Iglesia tenemos que dar nuestro aporte a la reconciliación de esta Colombia”.