Monseñor José Clavijo Méndez, obispo de nuestra Diócesis, anunció en la mañana de este Martes Santo el Sínodo Diocesano “Vengan y verán” (Jn 1,29), con motivo de los 50 años de creación e inauguración de la Diócesis de Sincelejo, que se cumplirán, respectivamente, el 25 de abril y el 2 de agosto de 2019.
El anuncio tuvo lugar durante la Misa Crismal, celebrada en la Catedral San Francisco de Asís, donde el prelado explicó que el Sínodo, que es el primero que convoca un obispo de Sincelejo, busca renovar la Iglesia.
La parte inicial del anuncio del Sínodo agradece a Dios por la presencia de la Iglesia en el territorio sucreño —cuya jurisdicción coincide con la de la Diócesis—, que se inició con preclaros sacerdotes llegados de la Iglesia en Cartagena.
Monseñor detalló que otro propósito del Sínodo es recorrer el pasado y proyectar un futuro lleno de esperanza, en el que la fuerza del Evangelio y las convicciones de la fe cristiana “hagan de todos nuestros diocesanos personas llenas de humanidad, que vivan en sus comunidades y en sus familias como verdaderos discípulos misioneros”.
“Que se proyectan desde Cristo a la construcción de comunidades humanas, fraternas y misioneras, en diálogo constructivo con quienes no comparten nuestra fe y nuestras convicciones”, manifestó nuestro pastor.
Otro propósito del Sínodo es que la Diócesis redescubra su identidad cristiana y eclesial, profundizando en la vocación a la que ha sido llamada, y capacitarse con la fuerza del Espíritu Santo.
“Para afrontar con valentía los retos que el momento actual nos presenta, mientras vamos discerniendo el futuro que Dios pone bajo nuestra responsabilidad”, expresó nuestro obispo.
En el quinto artículo el mitrado llama a la renovación mediante la sabiduría de la Palabra y la gracia de los sacramentos, “para que nuestra Iglesia, hermosa esposa de Cristo, se haga atractiva para quienes en algún momento la han abandonado o movidos en su interior por otros intereses se han desentendido de ella, de tal manera que como Iglesia que somos podamos crecer por atracción”.
El sexto artículo pide disponerse como Iglesia misionera a todas las periferias y rincones donde haya seres humanos necesitados de la misericordia, para que, dignificados y renovados como hijos e hijas de Dios, se unan al rebaño gozoso del buen pastor, “y, a su vez, puedan llevar su testimonio a otros muchos y, todos juntos, hagamos posible el reino de Dios en estas tierras”.
El Sínodo Diocesano se desarrollará en tres etapas: presinodal, sinodal y postsinodal. “La sinodal, dedicada a evangelizarnos a nosotros mismos y a confrontar nuestra vida personal, familiar y comunitaria con las enseñanzas del Señor, de los apóstoles y del Magisterio eclesiástico, de modo que nos conozcamos más y profundicemos en lo que somos y podremos llegar a ser”.
La segunda etapa “permitirá, mediante un profundo discernimiento comunitario, proyectarnos a lo que seremos en los próximos 50 años; y la tercera, la postsinodal, nos ocupará en la aplicación de las disposiciones sinodales, mediante un plan integral de evangelización pastoral en el que entregaremos a las generaciones venideras una Iglesia renovada y fortalecida; evangelizada y evangelizadora; misionera y transformadora de la realidad sucreña y sus valores”.
Homilía
Monseñor pidió minutos después, en la homilía, tanto a los sacerdotes como los laicos, a “que, si somos cristianos, lo seamos de verdad; y si somos sacerdotes, lo seamos de verdad; no únicamente cuando ejercemos las funciones, sino en todo el día y todos los días, hasta la eternidad”.
“Hundiendo nuestras raíces en las profundidades de la fe, para que demos fruto y nuestro fruto sea abundante, permanente y nutritivo. El fruto es la misión, somos Iglesia para una misión”, señaló monseñor.
El jerarca resaltó que la Iglesia está hecha para que todos los hombres, y en especial los más pobres, encuentren el reino de Dios y se integren a él, para que todos, sobre todo los hermanos que están bautizados, pero se han alejado, puedan ser reencontrados y ayudados a volver al rebaño del buen pastor.
Monseñor resumió este anuncio del Sínodo a la comunidad diocesana en tres palabras clave: vocación, vida y misión, “que a partir de hoy, y durante los próximos años, mientras vivimos la experiencia del Sínodo Diocesano en cada una de sus tres etapas, acariciarán nuestros oídos y entraran al corazón para hacerse realidad en todas nuestras actitudes y en todos nuestros comportamientos, pasando por todos los estratos sociales, por todos los accidentes geográficos, por todos los rincones y por todos los ambientes”.
Datos adicionales
-El Sínodo Diocesano anunciado hoy es, según el Derecho Canónico, “una asamblea de sacerdotes y de otros fieles escogidos de una Iglesia particular, que prestan su ayuda al Obispo de la diócesis para bien de toda la comunidad diocesana”.
-Durante la Misa Crismal, el obispo bendice los óleos sagrados, el de los Catecúmenos y el de los Enfermos. También consagra y sopla el Santo Crisma, que se utiliza para ungir en el Bautismo, la Confirmación y el Orden Sacerdotal.
-La Diócesis de Sincelejo fue creada el 25 de abril de 1969 por el papa Pablo VI en la bula “Ad Ecclesiam Chirsti”, y fue inaugurada el 2 de agosto del mismo año.
-En la Misa Crismal, más de 60 sacerdotes ordenados para la Diócesis de Sincelejo y otros ordenados para otras diócesis, pero que sirven en la primera, renovaron sus promesas sacerdotales.