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El sábado 2 de marzo de 2019 fue inaugurado en Bangui (África) el nuevo hospital pediátrico, renovado y ampliado por iniciativa del papa Francisco.

Desde la primitiva comunidad cristiana, existen testimonios de la solicitud fraterna de unos por otros a través de la ayuda espiritual y material, particularmente a los más pobres (cf. Hch 4,34; 11,29). 

Esto corresponde a la tradición que tiene origen en el Evangelio (cf. Lc 10,7; 30-35) y a las enseñanzas de los apóstoles.

El Óbolo

Posteriormente, este colecta del Óbolo se fue consolidando cuando los anglosajones, tras su conversión, a finales del siglo VIII, se sintieron tan unidos al obispo de Roma que decidieron enviar de manera estable una contribución anual al Santo Padre.

Así nació el Denarius Sancti Petri (Limosna a San Pedro), que pronto se difundió por los países europeos. Desde esa época, y hasta 1534, fue una contribución aportada desde Inglaterra para la Santa Sede, pero bajo el pontificado del papa Pío IX en la encíclica Saepe Venerabilis (5 de agosto de 1871), se amplía el sentido de la colecta y queda estipulado que es una contribución voluntaria de los fieles católicos del mundo al Papa.

Oración por el Papa para 2019.

¿Adónde se destina la ofrenda del Óbolo?

Los donativos de los fieles al Santo Padre se emplean, sobre todo, en obras misioneras, iniciativas humanitarias y de promoción social. El Papa, como pastor de toda la Iglesia, se preocupa también de las necesidades materiales de las diócesis pobres que existen en el mundo, de los institutos religiosos y de los fieles en dificultad (pobres, niños, ancianos y marginados, víctimas de la guerra, pobres y emigrantes).

Así mismo, parte de este dinero se dirige a la colaboración humanitaria cuando suceden desastres naturales o también para favorecer la educación católica en lugares que no cuentan con recursos suficientes para tal fin.

La invitación del nuncio apostólico a todos los católicos

Video promocional del Óbolo de San Pedro 2019.