La Santa Sede difundió este lunes 28 de mayo un mensaje de video del Papa Francisco en el que animó a colaborar con las Obras Misionales Pontificias y aseguró que “la oración es la primera obra misionera”.
“Con este breve mensaje me gustaría presentaros una realidad importante, pero poco conocida, para la misión de la Iglesia: las Obras Misioneras Pontificias”, comenzó señalando el Santo Padre en su mensaje.
“Desde los primeros tiempos el apoyo recíproco entra las Iglesias locales, comprometidas en anunciar y testimoniar el Evangelio, ha sido un signo de la Iglesia universal. Efectivamente la misión, animada por el Espíritu del Señor Resucitado, amplía los espacios de la fe y de la caridad hasta los extremos confines de la tierra”.
En el mensaje de video, el Pontífice hizo un repaso de la historia de Obras Misionales Pontificias: “En el siglo XIX el anuncio de Cristo recibió un nuevo impulso de la fundación de las Obras Misioneras, con el fin específico de rezar y actuar concretamente para sostener la evangelización en los nuevos territorios”.
“Estas obras fueron reconocidas como pontificias por el Papa Pío XI que, de este modo, quería subrayar como la misión de la Iglesia hacia todas las poblaciones importase mucho al Sucesor de Pedro. ¡Y sigue siendo así! Las Obras Misioneras Pontificias continúan hoy este importante servicio comenzado hace casi doscientos años. Están presentes en 120 países con directores nacionales, coordinados por secretarías internacionales ante la Santa Sede”.
En el mensaje, el Pontífice explicó por qué son importantes la Obras Misionales Pontificias: “Ante todo, son importantes porque debemos rezar por los misioneros y las misioneras, por la acción evangelizadora de la Iglesia”.
“La oración es la primera obra misionera, ¡la primera!, que cada cristiano puede y debe hacer, y también es la más eficaz, aunque no se pueda medir. De hecho, el principal agente de la evangelización es el Espíritu Santo, y nosotros estamos llamados a colaborar con Él”, señaló Francisco.
Además, “estas Obras garantizan en nombre del Papa una distribución equitativa de las ayudas, para que todas las Iglesias en el mundo tengan un mínimo de asistencia para la evangelización, para los sacramentos, para sus sacerdotes, los seminarios, para la obra pastoral, para los catequistas. Ayuda a los misioneros que evangelizan, y ayuda sobre todo con la oración, para que el Espíritu Santo esté presente. Es Él quien hace que la evangelización prosiga.
El Papa Francisco finalizó su mensaje de video animando “a todos a colaborar en nuestra tarea común de anunciar el Evangelio y de ayudar a las Iglesias jóvenes por medio de estas Obras Misioneras. Haciendo así, en cada pueblo, la Iglesia sigue abriéndose a todos y a proclamar con alegría la Buena Nueva de Jesucristo, Salvador del mundo”.