Más de mil católicos de todo San Onofre, bajo la orientación pastoral del padre Nelson Tobón Mazo, párroco en San Onofre de Torobé, conmemoraron este Viernes Santo la pasión del Señor con el rezo del Santo Viacrucis.
El mismo partió desde el templo parroquial, en el centro de San Onofre, a las 4:00 de la mañana, y recorrió 7 kilómetros hasta la finca El Palmar, antiguo epicentro de la violencia paramilitar en Sucre y donde murieron de forma violenta y cruel muchas personas.
Las últimas estaciones se rezaron y meditaron en el tristemente célebre “caucho de ‘Cadena'”, un árbol donde se sabe que ocurrieron muchos homicidios.
El padre Nelson explicó que la intención de este ejercicio espiritual es orar por quienes partieron sin haber recibido cristiana sepultura.
“Es con el fin de contribuir a la liberación de todas estas almas que han partido a la eternidad y donde su cruz ha sido en este sitio y han derramado su sangre. Tenemos la plena seguridad de que estas almas, liberadas, pueden orar por nosotros”, sostuvo el sacerdote.
En el sitio la comunidad entonó cantos litúrgicos y unió a la pasión del Señor el dolor de las familias de las víctimas y de estas.
Como acto simbólico, fue erigida una cruz para poner a los pies de ella el sufrimiento que aún siente este pueblo que vivió en carne propia el horror de la guerra.
“A mí me ha dictado el corazón, al escuchar desde el año antepasado, que quienes son dueños, la familia Rhenals, han pedido oración porque se escuchan gritos y voces. Escuchando estas súplicas, he ido tres veces y también tengo muy presente la obra de misericordia de enterrar a los muertos y orar por los vivos y los difuntos. Allí hay personas que han sido mal sepultadas, no ha habido un sacerdote y han muerto de distintas maneras que solo ellas y Dios lo saben”, señaló el padre.
El Santo Viacrucis fue acompañado por autoridades militares y de Policía, a quienes el padre Nelson agradeció por haber contribuido a honrar la memoria de las víctimas.